Sarah Pimentel
Para elaborar mi tesis de maestría en Servicios de Empleo, elegí el tema de la inserción laboral de las personas con discapacidad como tema central, y durante la investigación encontré una reflexión de Andrea Zondek, Secretaria Ejecutiva del Fondo Nacional de la Discapacidad (FONADIS), de Chile, que nunca he olvidado y dice: “Para las personas con discapacidad, un empleo representa mucho más que llevar el sustento a la familia. El acceso al mundo del trabajo les permite establecer redes sociales, participar en la comunidad, ganar en dignidad y autoestima, y tener una buena razón para levantarse temprano cada mañana”.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), entiende por persona con discapacidad, aquellos cuyas posibilidades de obtener, reintegrarse y conservar un empleo adecuado y de progresar en el mismo, quedan substancialmente reducidas a causa de una disminución física, sensorial, intelectual o mental debidamente reconocida. El número de personas con discapacidad en el mundo se calcula en 1,000 millones, 750 millones está en edad activa para trabajar.
Conseguir un empleo no siempre es tarea fácil, encontrar un puesto de trabajo ajustado a las necesidades de una persona con discapacidad es mucho más difícil aún. Sin embargo, hay puestos dentro de las empresas tales como contador, administrativo, recepcionista, operario de envasado, abogado, publicista, artesano, mercadólogo, operador de centro de llamadas, vendedor, modista o diseñador, asistente de oficina, traductor, diversas tareas relacionadas a la tecnología de la información, y una larga lista de trabajos que una persona con discapacidad puede realizar.
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